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Venezuela: el oficialismo logró imponerse con la boleta del Gran Polo Patriótico (GPP-PSUV) en 19 gobernaciones y 212 municipios




El 21 de noviembre de 2021, los venezolanos y las venezolanas acudieron a las urnas para elegir en forma simultánea 3.082 cargos ejecutivos y legislativos de las 23 gobernaciones y los 335 municipios que componen el territorio nacional. El ciclo electoral culminó recién el 9 de enero de
2022 con la elección del gobernador del emblemático estado de Barinas, luego de que en noviembre el conteo de votos fuera suspendido por el Tribunal Supremo de Justicia bajo el argumento de que el candidato ganador se encontraba inhabilitado para competir.

En total, el oficialismo nacional logró imponerse con la boleta del Gran PoloPatriótico (GPP-PSUV) en 19 gobernaciones, 212 municipios (incluido el Distrito Capital). La oposición, por su parte, se quedó con 4 y 123, respectivamente. Esto supone para esta última un retroceso en el nivel estadual con las derrotas de Táchira, Mérida y Anzoátegui, pero un avance significativo en el municipal donde antes apenas controlaba 29 de los 335
distritos. Pese a que los resultados se encuentran dentro de lo esperado, la reciente victoria de la Mesa de la Unidad Democrática
en la tierra natal de Hugo Chávez ha contribuido a restaurar la ilusión de una salida electoral que antes pareció opacada por las tensiones dentro del arco opositor y la falta de una estrategia uniforme.

Estos comicios fueron singulares por al menos cuatro razones:

Primero, se trata de las primeras elecciones estatales y municipales simultáneas luego de la derogación de la Ley de Regularización de los Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos de 2010.
Segundo, marcaron el regreso de los partidos que integran la Plataforma Unitaria de la Oposición al ruedo electoral y,
con ello, la suspensión de la estrategia de abstención electoral que venían sosteniendo desde 2017. Con todo, el camino de vuelta fue
más arduo de lo esperado por los desacuerdos que enfrentaron a los miembros de la Plataforma, las tensiones dentro de la Mesa de Unidad Democrática en torno al manejo de los activos soberanos en el exterior e, inclusive, los alegatos en favor de no participar que sostuvieron algunos
referentes de la oposición. Todo esto a la larga afectó la capacidad para una trazar una hoja de ruta común para los sectores ubicados en la centro-derecha y derecha, dando lugar en cambio a alianzas que fueron variando de un distrito a otro.

Tercero, fueron los primeros comicios en 15 años en contar con observación internacional. Entre las misiones se destacó la de la Unión Europea, cuya participación se gestó en el marco de los diálogos entre el oficialismo y la oposición en la Ciudad de México y terminó de sellarse mediante la firma de un acuerdo entre el CNE y las autoridades de la Misión de Observación Electoral. Cabe recordar que en 2010 se había dictado un Reglamento en Materia de Observación Nacional Electoral y Acompañamiento Internacional Electoral que reemplazó la práctica de la observación internacional, derecho que quedaba reservado únicamente a los/as venezolanos/as y a organizaciones nacionales de observación electoral legalmente constituidas, por la del acompañamiento internacional con atribuciones limitadas.

Cuarto, por primera vez en años 2 de los 5 rectores principales que integran el Consejo Nacional Electoral (CNE) fueron propuestos por organizaciones no alineadas al gobierno. Las autoridades fueron renovadas por la Asamblea Nacional el 4 de mayo de 2021 para el período 2021-
2028, en respuesta a una demanda de la oposición que reclamaba una institucionalidad electoral más sólida y transparente.

La presidencia quedó a cargo de Pedro Calzadilla, vinculado con el oficialismo. Pese a las expectativas que rodearon a estas elecciones, es preciso destacar que en estas elecciones no logró revertirse el declive pronunciado en la participación electoral que ha venido registrándose en los últimos
cinco años. La tasa de apenas el 42,2% según datos oficiales puede interpretarse como un síntoma de la crisis de confianza en la dirigencia política y en las instituciones que atraviesa a la sociedad venezolana.

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