Directorio Legislativo



Los desafíos de la transparencia en el Poder Legislativo: los casos de Argentina, Colombia y México.




El martes 14 de julio se llevó adelante el webinar “Los desafíos de la transparencia en el Poder Legislativo: los casos de Argentina, Colombia y México. Lanzamiento del Directorio Legislativo 2.0”. 

El evento incluyó la publicación del nuevo Directorio de Legisladores, una herramienta que fue creada hace años y en esta oportunidad fue completamente renovada. El sitio incorpora no sólo información sobre cada uno de los legisladores y la conformación de las cámaras de los tres Congresos más grandes de la región (Argentina, Colombia y México), sino la posibilidad de ver de manera dinámica la distribución geográfica de las cámaras, la conformación de las comisiones y el nivel de estudios alcanzado por los diferentes representantes, así como un análisis de género en cada una de las secciones. Por último, para los y las interesadas en trabajar los datos, la plataforma permite descargar toda la información en formatos abiertos. Aquí el link: legisladores.directoriolegislativo.org.

El encuentro, moderado por nuestra directora ejecutiva global María Barón, contó con la participación de Daniela Vilar (Presidenta de la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario de la Cámara de Diputados de la Nación), María José Pizarro (Segunda Vicepresidenta de la Cámara de Representantes de Colombia), Juan Zepeda (Senador del Congreso de la Unión de México y presidente de la Comisión de Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana), Mónica Pachón (Profesora e investigadora de la Universidad de los Andes de Colombia), Justine Dupuy (Coordinadora del Programa de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de Fundar, México) y Noel Alonso Murray (Directora Ejecutiva de la Fundación Directorio Legislativo). 

Es imperativo que el Congreso de la Nación se ponga en pleno funcionamiento y, por supuesto, que, para ello, construya los consensos políticos que legitimen las decisiones, movilicen los recursos necesarios para poner en marcha de manera segura el trabajo remoto y garanticen la transparencia en los procesos de toma de decisión.

El momento es ahora. Pasadas seis semanas desde que la OMS declaró al COVID-19 como pandemia, el Estado nacional argentino tomó alrededor de  60 medidas para enfrentar el coronavirus. Lo hizo a través de diversos dispositivos, todos dictaminados por el Poder Ejecutivo (decretos de necesidad y urgencia, resoluciones y disposiciones). Esta situación responde al carácter de urgencia y emergencia que desató la crisis sanitaria. Sin embargo, pasadas las primeras semanas, se vienen tiempos de medidas e iniciativas que requieren del acompañamiento y el diseño de múltiples sectores. Ante esta situación, el Congreso tiene un rol clave como articulador de consensos de distintas fuerzas políticas.

Hasta el momento, el Congreso centró su actividad legislativa en reuniones de comisión con funcionarios del Ejecutivo para que informen al cuerpo respecto de las medidas (asumidas o a implementar) de cara a la pandemia. Sin embargo, la agenda legislativa aún no contempló el tratamiento de proyectos de ley para modificar el escenario regulatorio nacional y brindar respuestas a los problemas que atraviesa el país producto de la crisis.

Como en otras esferas, la oportunidad ha traído aparejada una serie de desafíos para (re) pensarse en modalidad digital. En el caso del trabajo legislativo, la discusión no es sólo tecnológica, también es política. ¿Se puede replicar la dinámica política del debate legislativo en el entorno virtual? ¿Cómo lograrlo y con quiénes? Además de debatir sobre el uso de la tecnología en este contexto, debemos tener en cuenta la construcción de acuerdos amplios respecto de la validación de esta modalidad, así como la confianza en que estos instrumentos van a garantizar la transparencia y la participación de todas las fuerzas políticas. 

Esto no implica que si no están todos de acuerdo, el Congreso no debería funcionar hasta que se levanten las medidas de distanciamiento social. Esto quiere decir que el primer acuerdo debería consistir en que el Congreso funcione y que las sesiones virtuales no sean la única alternativa. En el informe sobre el trabajo de los congresos americanos en tiempos de COVID.19, que oportunamente compartimos a legisladores, funcionarios y asesores, exploramos el trabajo de los congresos, avanzando en formatos remotos, pero también en modalidades mixtas, presenciales y virtuales.

Las reformas a los reglamentos o protocolos siempre deben incorporar estándares de transparencia legislativa, pero en este contexto se pone una vez más de manifiesto su relevancia. Por ello, creemos que resulta fundamental:

  1. Incorporar cláusulas en el protocolo o reglamento que garanticen el cumplimiento de la Ley 27.275 de Acceso a la Información Pública, tanto en lo relativo al capítulo de Transparencia Activa como a las solicitudes.
  2. Asegurar la identidad del legislador al acreditar su presencia en una reunión de comisión o sesión al firmar o dictaminar proyectos, y en el momento de votación en el pleno. Garantizar la inviolabilidad del sistema electrónico que se emplee para tal fin en caso de tratarse de sesiones remotas.
  3. Publicar en formatos abiertos y de manera oportuna toda decisión tomada en las reuniones de comisión, sesiones y toda información que sea de interés para la ciudadanía (dictámenes, registros de asistencia, actas, versiones taquigráficas).
  4. Transmitir en vivo todas las reuniones de comisión y las sesiones con una difusión oportuna de días, horarios, temas a tratar y lista de invitados si los hubiera. En caso de reuniones en simultáneo, garantizar su transmisión en vivo. A su vez, debe garantizarse que todas queden en un repositorio, al igual que las versiones taquigráficas. 

El escenario crítico que enfrentamos llevó a que se revean discusiones reglamentarias sobre cómo pueden y deben trabajar las cámaras. Reactivó la Comisión de Modernización en la Cámara de Diputados e incluso hizo que la Presidencia del Senado eleve a la Corte Suprema un recurso para obtener una acción declarativa de certeza sobre las votaciones virtuales. Estos espacios de discusión necesariamente deben seguir abiertos, discutiendo las reglas de juego del Congreso, porque más allá de lo virtual, que hoy nos convoca y es urgente, hay muchas deudas pendientes y los reglamentos de ambas cámaras necesitan reformas que hagan el trabajo legislativo más eficiente, ágil, participativo y transparente.

Durante el encuentro se discutió acerca de los desafíos y oportunidades sin precedentes que presentará el escenario de reapertura luego de la pandemia de COVID-19. Todos los oradores coincidieron en que el camino recorrido hasta el momento ha resultado más fácil para aquellos Congresos que han avanzado en los últimos años en materia de innovación y participación ciudadana.

Los panelistas identificaron tanto desafíos técnicos como políticos y manifestaron que es el momento de construir consensos entre gobierno y oposición para lograr Congresos cohesionados. Manifestaron que el trabajo conjunto es esencial para satisfacer las necesidades de la ciudadanía y promover la toma de decisiones de manera transparente y conforme a los estándares internacionales de acceso a la información pública.

Asimismo, se destacó a la sociedad civil organizada y al sector académico como actores centrales cuyo rol debe ser activo y no reducirse simplemente al monitoreo ciudadano. Resaltaron el impacto que su trabajo en la agenda de la transparencia y la participación ciudadana puede tener en la confianza que la ciudadanía deposita en sus instituciones.

Agradecemos a todos los panelistas y participantes y los invitamos a seguir trabajando en conjunto por una mayor transparencia y acceso a la información pública durante la transición hacia nuevas prácticas virtuales, ya que resulta crucial para mantener procesos democráticos sólidos y generar confianza en los Congresos de la región.

Para acceder al webinar completo ingresá en este link:

 

Contact Us