Kast y Boric disputan la Presidencia y el futuro de Chile en la era post Bachelet-Piñera
El 21 de noviembre, durante las elecciones generales, José Antonio Kast (Frente Social Cristiano) y Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) fueron los candidatos que reunieron la mayor cantidad de votos (Kast 27.9% – Boric 25.8%). El próximo 19 de diciembre, ambos candidatos se enfrentarán en un ballotage. Eso se debe a que ninguno obtuvo más del 50% de los votos que requiere la Constitución para ser proclamado presidente.
Candidatos
En términos electorales Kast y Boric se encuentran cerca entre sí, no obstante en los aspectos económicos, regulatorios y sociales se posicionan en las antípodas del espectro político.
Kast llega a estas elecciones con una plataforma centrada en fomentar la rentabilidad del sector privado, modificar el marco laboral para generar condiciones flexibles y dinámicas de contratación y disminuir los impuestos a las empresas. También buscará exceptuar las reinversiones del pago de tributos. En materia de inmigración señala que se va a reforzar los controles y las herramientas del Estado para “aplicar efectivamente la ley”. A su vez, propone crear un subsidio asociado a los nacimientos con énfasis en la nacionalidad chilena de la mujer. Esta propuesta es considerada por los sectores progresistas como una discriminación entre hijos de mujeres nacionales y extranjeras.
Boric, en cambio, promueve una eventual reforma tributaria. Su objetivo es que “quienes tienen más, contribuyan más”. Su expectativa es avanzar hacia un sistema tributario progresivo, con equidad vertical y horizontal. Sobre la inmigración, señala que se habilitarán residencias humanitarias para facilitar el acceso a vivienda de emergencia. Plantea la necesidad de una política migratoria regular, ordenada y segura. La finalidad es resaltar los beneficios de la interculturalidad y el reconocimiento de las personas migrantes y refugiadas.
Desafíos para el próximo gobierno
El partido que asuma la Presidencia representará un cambio respecto a los últimos 16 años en que Michelle Bachelet y Sebastián Piñera alternaron mandatos al frente del país. El nuevo mandatario tendrá el desafío propio de gestionar mientras consolide la gobernabilidad, atienda las demandas sociales de los últimos años y aplique una reforma constitucional que avanza por estas fechas en su discusión.
Finalmente, en las elecciones de noviembre, el Congreso quedó conformado definitivamente para los próximos 4 años. Con la composición del futuro Congreso, se proyecta un próximo gobierno que deberá recurrir en todo momento a la negociación para aprobar su agenda de gobierno.
Independientemente de quien obtenga la Presidencia, el nuevo oficialismo para el período 2022-2026 se encontrará en minoría en ambas cámaras y deberá recurrir a las fuerzas tradicionales que perdieron apoyo para mantenerse en el gobierno pero que siguen siendo fuertes coaliciones parlamentarias.